AddThis

Bookmark and Share

martes, 1 de mayo de 2012

Las malas lenguas

Personalmente tengo un defecto muy extraño: cuando dicen que un gusto mío es un defecto lo trato de incentivar más. ¿Una manera de defenderse? Quizás, y también de no perder la esencia. 
Resulta que estoy cagá ¿Y quién no? Nadie tiene su vida tan resuelta, ni tan compuesta como para lanzar la primera piedra. Todos tenemos un pasado oscuro que nos atormenta, un futuro incierto que nos da miedo pensar o un presente cotidianamente feliz que se intenta vivir a concho. ¿Sí o no? La cosa es que a la gente cuando a uno la ve más debilucha le encanta meterse en la vida y opinar. Y me hago la víctima porque simplemente yo no tengo pito qué tocar delante de ellos, no los conozco, no son mis amigos y extraña vez los he saludado y, peor aún, no sé NADA de sus vidas, ni siquiera los pelambres. No tengo nada qué decir de ellos, sólo que son malintencionados con sus comentarios. 
Yo no sé si se trata de envidia, de "mala onda", de celos o lo que sea y esto es muy normal cuando hay una mujer que llama la atención de los hombres ¿qué es lo que pasa? se provoca la envidia, la celopatía del género femenino. Puede que sea el caso o puede que no, lo cierto es que cataloguen por tu vida pasada, por las cosas malas que hiciste es ciertamente "de mala educación". Esta persona no sirve por tal y tal motivo. ¡Dónde quedó el amor al prójimo! 

1 comentario:

  1. Me encanta tu afirmación puesta en negritas, creo que es muy cierto, pero en fin todos terminan haciendo eso. Una vez leí un libro de un psicólogo, dónde pone la crítica cómo la imagen de nuestros defectos, es decir, si hay algo que no nos gusta de nosotras, terminamos criticando a quienes demuestran este defecto con mayor expresión.

    ResponderEliminar