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viernes, 31 de agosto de 2018

Reencuentros con los exs


No me refiero a los "remember" , esos para mí no son bienvenidos. Generalmente cuando terminaba con un pololo no lo volvía a ver y jamás sabía ni de amistad, ni de "amigo con ventaja", encuentro que estas situaciones te confunden más de lo que te ayudan. Hablo de los reencuentros con esos ex que fueron especiales o que terminaron mal, en que un día vas tranquila por la calle y de pronto lo ves venir... es como para llegar a contárselo a la amiga ¿no? Pues así fue. Son como momentos adrenalínicos en que el pasado se hace presente y uno mira al cielo y dice "¿Por qué ahora?, ¿Qué significa esto?"

Si escribiera un libro, este tendría que ser el final. Puesto que lo que me pasó tiene todos los elementos para ser protagonizada por esas melodramáticas actrices de comedias de la tarde. Pero es mi historia y nadie más que yo puede actuarla mejor. 

Cuando terminé con este ex que me dejó el corazón destrozado, yo pensaba que cuando lo volviera a ver, nos íbamos a reencontrar y hacer las paces, tomar algo y conversar de nuestras vidas o por último saludarnos y desear el bien.  Cinco años no pasan en vano y todos los aprendizajes que tuviste con esa persona, algún cariño debía quedar o no? Por mucho tiempo, entre lágrimas, esperaba ese momento y deseaba que me viera bien; arreglada, maquillada, sonriente y ojalá ya interesada en otra persona. Y como él evitó mis llamados, el cerrar el círculo, que en un momento creí que era necesario, di por acaba la situación. Yo sabía en qué lugar me lo podía encontrar y resulta que el destino no quería que lo viera. No era el momento.

Tenían que pasar 10 años. Sí! 10 años para volverme a cruzar con él. Yo toda cambiada, embarazada de mi tercer hijo, con un coche llevando a mi hijo y mi esposo tomando al otro embrazo. ¿Se imaginan la escena?

Resultó ser un día de la virgen. Veníamos saliendo de la misa, en la cual nuestros hijos primera vez que se portaban bien y estábamos contentos porque podíamos salir los cuatro juntos. Yo llevaba en coche a mi hijo de 2 años y el de 1 lo llevaba mi esposo embrazo. Era la hora del almuerzo, el sol salía desde el este e iluminaba la calle por donde pasábamos, realmente era una mañana hermosa. Ibamos sonriendo, planeando qué haríamos al llegar a casa. Cuando vamos doblando la calle, veo venir a alguien conocido. Y no se imaginan! Era él! el que por tantas lágrimas derramé, el que tantas veces mi esposo me consoló, porque yo me sentía culpable de muchas cosas, etc... Estaba igual que siempre con su look deportivo. Yo semi arreglada, no tan bien como quisiera, pero me reconoció de inmediato. Y ustedes creen que fue a saludarme? No!, con una mirada asintió a mi saludo y bajó la cabeza como queriendo desaparecer. A mí no me pasó nada, se sintió un momento extraño pero no por él, sino que por mi esposo que captó toda la situación y después me preguntó. - "¿Quién era ese que te saludó tan culpable?" - y yo me quedé helada. ¡Cómo se había dado cuenta de la situación con tan solo una mirada! Y claro mi esposo es medio brujo, podríamos decir que al ver a una persona "le saca la foto de inmediato" Yo le dije la verdad, que era ese ex por el que tanto había sufrido.

 A todo esto, ya nos habíamos encontrado con otros ex en la calle y la situación fue mucho más normal, la persona se acercó, yo le presenté a mi marido y así tal cual cada uno feliz con su vida. Por lo que yo no podía creer, que después de 10 años la culpa lo persiguiera. Igual debo confesarlo, me pasé rollos y eso me hizo pensar que yo fuí demasiado importante para él y que quizás no había tenido otra polola como yo. Sí, me dí la importancia, y yo en cambio después de él conocí al amor de mi vida, con el cual me casé. Igual preferí no darle tantas vueltas a esa idea. Pero sentí que el destino era justo, que era tardíamente justo. Tampoco digamos que estaba mal, pero ciertamente ya no era de mi gusto: seguía siendo un niño, como que se había detenido en el tiempo.

Yo tampoco soy muy madura y me veo más chica por mi cara, sin embargo me siento mujer y obvio que lo reflejo, mamá de dos hijos y una gran esposa, al menos eso dice mi marido. Que por el momento, estaba perplejo, él no es celoso, jamás me hace escenas pero primera vez que ví cómo su rostro se desconfiguraba y me dijo - "ese pelado era tu ex!"- sin embargo, yo leí entre líneas, "por esa wea sufriste tanto?. Y yo eso respondí, - "sí, ese era" Luego me siguió molestando, hasta que lo paré porque lo encontré desubicado y ahí se detuvo el tema. No es tema, por lo menos entre los dos. Para mí fue cerrar el círculo de la manera más grandiosa, cuando menos lo esperaba y cuando quizás más lo necesitaba.  

lunes, 22 de enero de 2018

¡No tengo amigas!

Hoy vengo a contarles mi triste historia ¡no tengo amigas!
Tengo más de 300 amigos en Facebook y ninguno es realmente mi amigo. Debo decir que la mayoría se preocuparía de mí si me pasa algo, pero a eso no lo llamo amigo. Al final uno va a los funerales de los conocidos también o no? Pero amiga con quien pasar las rabias que le tienes al marido, el cansancio de los hijos o esa amiga que también tiene bebé y te entiende y salen juntas con sus guaguas, ¿esa amiga? no la tengo.
No sé por qué, en verdad es una historia triste que estoy dispuesta a contar, a ver si hay alguien por acá que también necesita compañía y así las dos nos contamos las historias, pasamos las penas y quizás nos hacemos amigas.
Yo siempre tuve amigos, hasta que me puse a pololear, después que me puse de novia y ahora casada ya verán a dónde se fueron "esos amigos"... claramente no están. Y no es que mi esposo sea celoso, pero es que o ellos tenían "otras intenciones" o simplemente con el enamoramiento los fui alejando solita. Sin embargo, soy una convencida que la amistad así de "uña y mugre" no existe entre un hombre y una mujer. Tengo un "amigo" pero no lo veo mucho y sé que si lo veo es como igual de siempre, pero tampoco nos hablamos mucho, sólo puedo decir que a pesar del tiempo y la distancia si nos reunimos ahí está, igual que siempre.
Por otra parte, las amigas mujeres que es mi "tema" actual no las tengo. No sé, no me duran, son de momentos por eso siempre he pensado que para mí la amistad es pasajera. Pero viendo que otros tienen amigos y felices ven pasar los años juntos, veo que el tema es mío. Algo así como Luis Fonsi y Demi Lovato: "no eres tú, no eres tú, soy yo". Siempre pensé que me tenían envidia y es que cuando tenía una amiga cercana algo pasaba que lo arruinaba y yo no soy de esas amigas que levantan pololos por si acaso... para nada. Pero, a ver cómo decirlo, siempre me fue "bien" en el amor, nunca estuve sola o cómo decirlo... siempre he tenido arrastre y a los hombres no les soy indiferente. So, no sé si esto se proyecta de tal manera que mi amiga se siente ofendida o le viene la envidia y empieza a distanciarse y luego ya la amistad se quiebra y ya nunca más supe de ella.
Mi otro tema es que soy directa, demasiado a veces y eso ha abierto heridas con algunas personas que me tenían buena y "potenciales" amigas (jajaja) Mi esposo dice que muchas veces tengo la razón en lo que digo pero mi fooooorma es la que hecha a perder todo, jaaja pero chicas es que se me viene lo bruja y ahí nadie me para. Sin embargo, cuando la embarro pido perdón porque no me puedo quedar con la idea de que la cago y hago sentir mal al otro, pero el perdón en su momento y en su debido proceso. (ya otro día les contaré mis aventuras al respecto)
Hoy pienso que los quehaceres de la casa, el cuidar los niños, la rutina de la dueña de casa a veces me pasa la cuenta y me gustaría tener una amiga a quien contarle mis cosas, o quien por último pasar el día contándonos tonteras por whatssap o facebook, así como lo hacen las demás amigas. Me tendré que unir a grupo de "mamás unidas jamás serán vencidas"?  

lunes, 30 de octubre de 2017

I´m back

Así es; estoy de vuelta. La verdad que ha pasado tiempo (muchísimo tiempo) en que no he escrito. Y es que han pasado tantas cosas en mi vida, que no me había dado cuenta que los tenía olvidados. Es cierto, tengo muy poco tiempo con dos hijos y un marido (jaja) pero también siento que este espacio me sirve como desahogo... y quizás tú que me lees también necesitas reirte un poco.
Escribir un blog es un GRAN desafío en una época en que estamos llenos de redes sociales, en que leer da lata y debes ser muy entretenida para que la gente te siga. Y claro que es un DESAFÍO ser entretenida por la web; más fácil es grabar un video o un audio. No ven que ahora está de moda mandar audios por whatssap y, por otro lado, el mundo de las imágenes en instagram cada vez nos va comiendo la imaginación. Cuando uno escribe, debe apelar a la imaginación y TANTO que nos falta el detenernos y dejar volar la mente, descansar, relajarse... filo, me fuí en la volá filósofa y, como ya saben, este blog NO HABLA de esas cosas. Debe ser que ahora como soy madre ocupo otro hablamiento, jaja ya.

Mi primer tema para tratar es sobre el corte de pelo... jaja pensaban que iba a hablar de lactancia, apego, crianza respetuosa y todos esos melodramas? sí, pero más adelante. Quiero hablar de algo que TOOODAS las mujeres DEBEMOS experimentar alguna vez en la vida. Para mí, el pelo es el marco de la cabeza, así como el marco de los ojos son las cejas. Y ya sabemos bien; que unas cejas bien hechas nos dan una mirada más profunda, más sexy, en fin, hacen la diferencia, por ende, pueden hacer destacar tus hermosos ojos o arruinarlos totalmente.  (ay! cómo extrañaba escribir)

Les cuento, el otro día, entre la locura maternal me corté el pelo yo misma y fue como una liberación. Me tenía chata amarrarme el pelo cada día, hacerme peinados, alisarme el pelo y, sobre todo, que mi segundo hijo de 6 meses me sacara el pelo a cada rato jajaja. Así que zas! agarré las tijeras y ... me dejé la cagá. Me miraba y me reía, me sentía extraña, pero me gustaba; NECESITABA un cambio. Toda mi vida había tenido el pelo largo y lo más corto fue hasta los hombros con mi primer hijo que, por la misma razón de la caída de pelo en la lactancia, me lo corté.

Uno sufre tanto con el post parto, que desde acá me tomo de la bandera del "new look" cuando tenemos a nuestro hijo. Es decir, a penas tengas tiempo, poder ir a una peluquería (no como yo, claro) y hacerse un cambio de look. Lo apaño absolutamente!! Las que somos madres, sabemos que la lactancia y el periodo post parto a muchas nos afecta fuertemente y a muchas también nos da depresión, etc etc... también chiquillas si quieren un cambio en su vida háganse un corte de pelo. Para mí fue terapéutico. Al día siguiente, corrí a la peluquería, con mucha vergüenza pero con ganas de ser una nueva yo. Tengo 30 años, tengo toda mi vida por delante y la verdad esta "locura de madre", como lo he llamado, es la mejor decisión que he tomado en mi vida con respecto a mi pelo. Y es que la peluquera llegó y me dijo... no puedo hacer mucho y yo cada vez que cortaba pensaba ¡qué mierda hice! Pasó el rato y tenía un corte súper pegado a la cabeza, a lo Anne Hathawhay, y la verdad es que me encantaba. Me daba personalidad, la que siempre quise, me hacía interesante y resaltaba mis bellos rasgos. Y pensaba: ¿por qué no lo hice antes? La verdad es que nunca hacía nada en mi pelo, a lo más me hacía peinados y me lo alisaba, lo cuidaba poco, aún así a mi marido le encantaba... chan chan chan... cuando me vio supieran la cara que puso... estuvo de luto por muchas semanas jajaja Pero a mí me encantaba y al parecer eso se proyectaba porque mucha gente me decía "oye que te quedó bien el pelo, te queda muy bien el pelo corto" y la verdad es que no a mucha gente le queda bien. Yo creo que de repente es bueno ir a un estilista, no un peluquero, que te aconseje más bien cual debería ser el marco para tu cara, para resaltar tus facciones y poder hacerte sentir SEGURA.  Ay! chicas, fue lo mejor que pude haber hecho. Me demoro muy poco en peinarme, de hecho ya el alisarme el poco pelo que tengo ya es un peinado y con cualquier ropa y accesorio me veo bien, hasta me lleno de elogios. jajaja Yo creo que la seguridad se proyecta y la felicidad también, por lo mismo las animo a hacer un cambio en sus vidas si no están seguras o un poco "chatas". Es mejor que ir al psicólogo y mucho más barato, jaja. Y por último, si no le achuntas, aferrate a "el pelo crece".

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Hablar de ropa no es ser hueca

Me encantan los programas en que ayudan a vestir a las mujeres. Es más, creo que debiera existir uno para hombres, pero está claro si se viste muy bien y anda muy preocupado se puede tomar para otro lado. En fin, me encantan estos programas, son mi vicio más grande.
Hace unos años atrás pensaba que el "vestirse bien" era superficial, parte de una cáscara e incluso determinaba que mi CI era inferior. El típico prejuicio: las tontas lucen bien y se preocupan y hablan todo el día de ropa. Con el tiempo aprendí que no era necesario ser hueca para vestirse bien, que mi vestimenta decía algo más a los que nos rodeaban y era como tu "carta de presentación". Para mí, la ropa es algo esencial (y suena hueco escribirlo) pero no por consumismo, de hecho tengo un drama con comprarme ropa tan cara, pero sí creo que la ropa nos habla, como un mensaje que le entregamos ante quien nos presentamos, y sobre todo, cuando estamos buscando pareja. Lo que no quiere decir que porque esté de novia me tenga que relajar... ¡PARA NADA!
La mayoría de la gente, y sobre todo cuando vas a pedir trabajo, se fija en tu vestimenta, es el "otro currículum" que determinará, en algunos casos, que quedes en el puesto al que estás postulando. Puede que sea injusto ya que no todos tienen el dinero para acceder a la última tendencia de la moda, o a ese atuendo de marca que te da elegancia, pero en mi opinión no es acceder a la ropa "de marca" para verse "bien" o formal, sino que más que ropa cara es un vestuario que quede de acuerdo con el cuerpo. Y todas las mujeres tenemos excusas, que los rollitos demás, que la estatura, que la celulitis, o qué otra imperfección, etc... para decir que sólo "sábanas" podemos ocupar. He visto mujeres con sobre peso que son muy bonitas y se arreglan mejor que cualquier otra más flaca. Creo que la vestimenta también refleja el cuánto nos queremos y lo que deseamos proyectar: seguridad, confianza y amor consigo mismo. No es necesario ser una súper modelo, medir más de 1,70 y ser rubia o morena sin alguna imperfección, creo que esas mujeres tampoco existen, sino que se trata de conocer el tipo de cuerpo que tenemos y cómo podemos vestirlo de mejor manera para hacerlo "atractivo", cosa de que con los años, el sobrepeso, la rutina, el ir y venir no sean excusas para perder la femenidad.
Tampoco tiene relación con la sencillez. Mucha gente que no se arregla, dice que prefiere algo cómodo y sencillo que represente su personalidad y al final lo que demuestran es inseguridad y poco amor propio. He visto muchas mujeres preciosas, pero por inseguridad no se atreven a ocupar más colores, escotes o pantalones apretados. Por otra parte, he visto mujeres "demasiado" seguras que ocupan ropa "muy apretada" cuando sabemos que no les queda bien o que no está de acuerdo a su cuerpo, por ende no les favorece.
Antes, yo pensaba que tenía que ir con alguien a comprar ropa, no me atrevía ir sola ya que necesitaba la aceptación de alguien. Sin embargo, con el tiempo he ido conociendo mi cuerpo y generalmente lo que veo en un maniquí ya sé cómo se verá en mi cuerpo y por esta razón suelo ser más asertiva al probarme ropa. Por supuesto, también ayuda que tus amigos y familiares te digan que te ves linda, que la vestimenta te favorece porque también de esa manera, si no sabemos cómo es nuestro cuerpo, podemos irlo conociendo y siendo más acertivos para comprarse ropa. 

sábado, 16 de agosto de 2014

Los roles de una mujer

Durante toda mi vida he tenido el chip machista en la cabeza: en que los hombres tienen que traer las provisiones al hogar, al más puro estilo de Pedro Picapiedra, mientras Vilma se queda haciendo el aseo, cuidando a los niños y teniendo la comida lista a penas llegue el troglodita. Sin embargo, con la subida del IPC, la inflación y el encaricimiento de la vida es imposible contar con sólo el sueldo del jefe del hogar, la mujer también tiene que salir a buscar los pesitos. Nos gustaría que fuera un "derecho", contar con una nana en el hogar mientras cumplimos con nuestro rol profesional, sin embargo es un deber para poder llegar a fin de mes y sin la ayuda de la asesora del hogar que nos mantenga limpia la casa.
Por muy "liberales" que seamos, a nuestros hombres o futuros maridos no les enseñaron a hacer las cosas de la casa y últimamente estamos cumpliendo los dos roles, traer lo que falta de dinero para el hogar y más encima manteniendo el orden, el alimento y el aseo en el hogar. Podemos cortarnos el pelo, no usar sostenes (porque nos aprisiona) pero al momento de ver quién ordena la casa, es la mujer quien lleva la batuta. El hombre podrá ayudar, pero el chip no lo tiene. Pero sí que podemos llegar a acuerdos, echar a lavar la ropa a la lavadora no necesita detalles, ni ser minucioso. El otro día mi futuro suegro me decía ¡qué buen invento el de la lavadora, qué maravilla; echo mi ropa y está limpia después! Y qué razón tiene, mi mamá y mi tía tenían que resfregar la ropa, y no sólo la de ellas sino la de sus siete hermanos varones (porque los hombres no se dedicaban a eso, ¡cómo se te ocurre!) y claro que es una maravilla de la tecnología tener una lavadora. ¡Cuánto trabajo nos ahorra! y sin embargo el tiempo no nos alcanza.
Es fácil quejarse y tener este discurso de que "todo lo hago yo", pero cuando vengan los hijos varones ¿los seguiremos criando de la misma manera machista? ¿qué piensan ustedes? Por mi parte, la diferencia entre hombre y mujer no quiero hacerla notar en cuanto a las labores del hogar y aunque el marido no haga nada (que es el ejemplo de los hijos varones), estará la mamá para dar ordenes. Increíble que todo lo que dejamos de ser ahora, en este minuto, repercute en el futuro tanto para nosotros como para nuestros hijos, por eso es momento de cambiar esta mentalidad y no en una volá feminista, de querer que las mujeres estén en el poder, etc... bla bla bla, sino más bien por ponerse en el lugar del otro, en que la mujer no se la puede con todo en la casa y quizás sería bueno ayudarla. ¿No crees?