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lunes, 9 de julio de 2012

Destruyeron mis teorías

Yo también fui "Soltera otra vez", pololié harto tiempo y tuve un "mono" que me engañó. No fue precisamente con la rubia estupenda de la serie de Canal 13 pero las cosas sucedieron igual. También conocí a muuuuuchos pasteles y hoy puedo decir que he encontrado al bombón. Sí cabras, creánlo esa persona llega.
Cuando ese tal mono me dejó lloré muchas noches, busqué por todas partes a alguien que se le pareciera o que me hiciera olvidarlo, viví el luto, quizás más del tiempo que tenía que vivirlo pero ahora me pregunto... ¿Por qué tenía que hacerme un blog para contar todas mis aventuras? Creo que fue mi escape y así encontré muchas mujeres como yo que sentían rabia porque les habían fallado. A todas nos ha pasado, por eso nos gusta tanto la teleserie de Canal 13, Soltera Otra Vez.
 Les aseguro que en otro tiempo habría sido la más fanática, ahora sólo me río. Encuentro necesario pasar por la pastelería, con tal de que no te quede gustando y no pierdas el objetivo: encontrar el bombón. Hay mujeres que se quedan pegadas con las "salidas", con los "amigos con ventaja", con esas relaciones viciosas que no te llevan a ninguna parte, con los pastelazos y viven quejándose de sus desventuras del amor. De repente tiene que ver con el ambiente que nos rodeamos y la mentalidad que tenemos. Hay un libro que se llama "El Secreto", yo no sigo su filosofía pero al final algo tiene que razón: uno tiene lo que mentaliza, lo que proyecta. ¿Acaso el amor de tu vida está en una disco o en un junteo de amigos? No lo descarto pero proyectar toda esa ansiedad en encontrar ese príncipe azul en algunas de esas salidas... creo que ahí hay que pensarlo un poco.
Pero yo pensaba ¿por qué hacerme este blog? La respuesta acertada es para que aquél "mono" lo viera. Me fui haciendo una victima (y encontrando otras victimas) y me encerré en el discurso feminista, culpando en todo a aquél "mono". Seamos sinceras, alegamos contra los hombres sin embargo somos tan felices con ellos. Nacimos para estar juntos. Por suerte, llegó uno bien hombre que destruyó mis teorías y me ilusionó nuevamente. Así que las desafío. No digan "todos los hombres son iguales", a menos que te hayas metido "con todos los hombres", discúlpeme pero no me dirijo a usted en este momento. Me refiero a esa despechada que no ve esperanza. Yo les digo: sí la hay, sólo esperen que destruyan sus esquemas.

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