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sábado, 16 de agosto de 2014

Diario de una novia: La presión

Queridas bloggeras:
He decidido dar un gran paso en mi vida. En estos últimos años me ha costado escribir, porque siempre pensé que este blog era para "destripar" a esos "galanes pasajeros" en mi vida, hasta que encontré al mejor y del que me enamoré profundamente: Gran razón para dar el "sí" en pocos meses más.
La vida cambia cuando estás de novia. Tienes muchas responsabilidades, entre ellas, el estar "siempre feliz" porque es un acontecimiento muy importante en tu vida. "Mostrar una imagen segura y contenta", para que nadie te ponga en duda. Personalmente me dejo llevar mucho por lo que digan los demás, tanto en mis trabajos, como en mi vida amorosa y generalmente cuando realizan un comentario malo sobre mí, me duele, me pico y me apena. Creo que no soy tan distinta al común de la gente o a ustedes no les pasa?
En fin, quisiera contarles tantas alegrías que he tenido en estos últimos meses, desde que me pidieron matrimonio, pero serán publicaciones en otra oportunidad, hoy quiero dejarlas con esta inquietud, ¿Es obligación de una novia siempre lucir radiante?
¿Se acuerdan de la canción "blanca y radiante va la novia"? Pues digamos que el primer momento de "ponerse de novia" es maravilloso porque todos te saludan, te invitan a celebrar y se alegran contigo pero cuando van pasando los días entra la pregunta de la presión... ¿Y ya tienes todo listo? ¡¡¡Uff!!!
Esa hermosa pregunta que es parecida a cuando estás por dar la Prueba de Selección Universitaria y te preguntan ¿y ya sabes qué estudiar? Son preguntas decisivas en la vida de una persona y de repente quienes te rodean no te ayudan mucho, no por ser mala onda, pero sí por una excesiva preocupación.
Personalmente, soy una novia relajada, que voy a mis tiempos, pero sí me presionan mucho quienes me rodean, me bajan esos nervios y ganas de que pase todo rápido... Pero debo tener calma, esto se vive UNA SOLA VEZ, y es un momento tan hermoso, en que la pareja sueña y se proyecta y se declara amor eterno, que mejor aprovecharlo.
Y no me hablen de dieta, que sólo de imaginarme que tengo que ponerme un vestido de color blanco me entra el nervio nuevamente. Quedan unos meses no más para dar el sí y yo aún no me pruebo ninguno, hasta hace poco encontré lugar para hacer la fiesta de celebración del matrimonio, como dije soy una novia que va a sus tiempos. El otro día fui a la expo novios y cada vez que mencionaba la fecha de matrimonio, la gente se espantaba porque me decían "¡¡cómo era posible que fuera tan irresponsable y no tuviera nada listo aún!! ¡TERRIBLE!"
Al final, estas cosas por las que me presionan (y me presiono) son los recuerdos que quedan en los invitados. Porque ¿para quién uno realiza la fiesta? ¡¡¡para los invitados!!! Y pensar que cuando vaya en dirección al altar, todos los ojos de los invitados estarán puestos en una. ¿No creen que es presión suficiente? (jaja) Por el momento, sigo siendo amiga de las ensaladas y el agua mineral.
Me demoré 25 años en encontrar al hombre maravilloso que me ama como soy, ¿no debiera bastar con eso? Hay otras que llevan más tiempo buscándolo y aún no lo encuentran y se  tiene el dinero, el vestido, el lugar de la fiesta pensado... pero el hombre para toda la vida no llega. Por lo mismo, quiero decir chao a esa presión y que se conformen con lo que haya. En estos tiempos casi nadie se casa, menos por la Iglesia Católica y ese será el recuerdo que quiero dejar en mis invitados: que aún existe el "juntos para siempre" y la promesa del amor eterno ante Dios.
 

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