Flipped es una película buenísima, acabo de verla y aún sigo secándome las lágrimas, porque, claro, de cierta manera me representa.
Me gustan estas películas que no sólo hablan de amor, sino que van más allá: hablan de aceptar la historia que tenemos, de lo que somos, no importando cuán verde sea el jardín que tenemos, se es más feliz aceptando la vida, que (des) gastando el tiempo buscando ser algo que no somos.
Es la historia de la sinceridad, de la felicidad de encontrarse consigo mismo, no importando lo que digan los demás. Me veo reflejada en esta niña, aunque la verdad tiene muchas más agallas y menos orgullo que yo, cosas que me impiden, derrepente, querer, amar, entregar. Sí, les estoy haciendo una confesión... pero qué mejor que sea del corazón ¿no?
Puedo resumir esta película con la banda sonora, el contexto de fines de los 50s (dos cosas que me encantaron, porque adoro esta época) y el tema de la realidad, que vemos presenciado en contraposición entre los dos vecinos; unos preocupados del jardín y otros de la enfermedad del tío. ¿En qué se invierte el dinero? A veces criticamos mucho a la gente por su manera de vestir, por lo que hace o deja de hacer, pero antes de juzgar ¿sabemos lo que hay detrás?, ¿nos detenemos a pensar en las razones del otro?, más fácil ¿nos ponemos en sus zapatos? Yo creo que ahí está la reflexión de la película, que conociendo, poniéndose en el lugar del otro sólo así es posible el amor, en todos sus ámbitos. La imagen nos mueve a diario, tendemos a pensar que las cosas podrían ser mejor y luchamos contra los molinos de viento del quijote, tratando de cambiar nuestra realidad... ¿por qué no mejor no nos aceptamos como somos y de lo que nos rodea? No es conformismo diciendo "es lo que hay", es agradecer lo que se tiene y ser feliz con ello.
Es muy cierto lo que dicen, si no nos amamos nosotros, nuestra realidad, ni nos conocemos ¿cómo exigimos amor? Pues, ¡hay que partir por casa!
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