"Los hombres siempre vuelven" Penélope Parker

Estoy leyendo el libro "Los hombres siempre vuelven" de Penélope Parker. Al parecer mi amiga me vio sedienta de temas para este blog y me pasó este libro para saciarme un ratito. Lo comencé a leer, medio obligada ya que me quedé afuera de mi casa: ¡no tenía llaves! El asunto es que esta obra que toda mujer despechada debería leer, me hizo reflexionar sobre mi actitud ante las rupturas que he tenido en mi vida. No han sido tantas, pero sí tortuosas, de esas que quedan grabadas en tu mente. Bueno, quién no ha tenido alguna.
Entrando en el tema, a nadie le gusta decir "adiós", es doloroso y más aún cuando específicamente le dicen adiós a una. Sin embargo, la autora de este libro cree que todos los hombres vuelven, que no importando si estás dispuesta a darle una segunda oportunidad, ellos SIEMPRE volverán. Para mí, generalmente vuelven cuando uno no está ni ahí con ellos, pero ella plantea la teoría de una chica Parker, la que es digna hasta el final. En resumidas cuentas: "quien se va sin que lo echen, vuelven sin que lo llamen" Y de acuerdo a los testimonios, esta situación es real.
Pero ¿qué es lo primero que hacemos ante una ruptura? Para nosotras es natural querer retener o hacer "escenitas" con tal de que nuestro enamorado recapacíte en la decisión y vuelva con nosotras. Regla de oro para Penélope: jamás buscar la compasión de un hombre. En eso estoy de acuerdo, las lágrimas aunque a veces nos hacen ver vulnerables y requieran protección, a veces pueden resultar patéticas y hacer sentir a nuestro enamorado como culpable. No obstante, ella propone dos cosas: no hacer escenas, ni insultarlo, quizás ante la desesperación podemos decir cosas que nunca quisiéramos haber dicho antes. La idea no es hacerlo sentir culpable y que sienta que al final tú lo dejaste: dejar la mejor impresión para que tengan el mejor recuerdo de nosotras. Pero ¿cómo ser Lady sin dejar de demostrar que te están destrozando el corazón? Pues es algo que seguiré averiguando en las siguientes páginas.
Reconozco que soy muy orgullosa y a ningún hombre le he rogado por estar conmigo, pero sí he echo escenitas ¿quién no? y he enviado mensajes (quítenme el celular!!) y también he enviado emails a altas horas de la noche. Sí, a veces la pasión me controla y/o descontrola. Errar es mal de vivos no de muertos, pero con el tiempo se comienza a ser acertiva. Para mí, no hay que temer a equivocarse, el miedo te paraliza y no te ayuda a avanzar y si nos equivocamos, lo rectificamos. Pero como les dije, voy en la página 90, asi que más adelante les diré qué me parece la teoría Parker.