El amor nos vuelve tontas

"Y me llegó el amor po y ahora no sé cómo salir de ahí.  Sí, lo amo con todo mi ser y me encanta estar con él, verlo sonreir, hablar y no sé qué produce en mí que cada cosa que haga o diga todo lo encuentro perfecto"

El amor nos vuelve idiotas a veces, tanto así que no podemos esconderlo, no sé con qué objetivo lo publicamos en facebook, en el nick de msn y en nuestro celular de fondo de pantalla está su foto, si lo vemos a cada rato... Ay qué tontas nos vuelve el amor, nadie niega que sea el sentimiento más lindo de este mundo pero ahora me doy cuenta lo estúpida que era estando a su lado. No sé si es malo o muy bueno, lo único que sé es que en el momento no me dí cuenta y fui feliz, de eso sí me acuerdo.

Cuando nos llega el amor algo nos pasa a las mujeres que nos volvemos estúpidas. Hablamos todo el día de "esa persona" y aunque lo hayamos visto hace cinco minutos no podemos evitar llamarlo para ver si está bien o si está pensando en nosotras. Qué más patético, pero dentro de la relación TIENE TANTO SENTIDO. Cosas como no salir un día sábado por la noche y quedarse viendo "Don Francisco" tienen tanto sentido si estamos con él. aaaa!. No importa si sea de día o de noche, si está nublado o con sol, el día es perfecto si nuestro enamorado está cerca de nosotras. Pero el día se vuelve oscuro si no se avecina o no tiene tiempo para vernos.

Es que, generalmente, el hombre es mucho más independiente que la mujer. Si tiene que jugar un partido, ver a los amigos, salir con ellos o estudiar, va a preferir eso que ver a la polola. Dependiendo del hombre, claramente. Pero la mayoría hace primero sus cosas y después ve a la polola, en cambio, nosotras nos hacemos el tiempo para estar presentes en su vida. Compartimos horarios, tratamos de hacer que calce el tiempo que no está para hacer nuestras cosas y aprovechar el máximo de tiempo para estar con él. La idea es no tener ninguna excusa para dejar de verlo. Qué obsesivo ¿no?, pero así somos chiquillas.

Sin duda que cuando nos enamoramos nos entregamos por enteras, tanto así, que se nos olvida nuestra existencia. No nos ceguemos, lo digo, fundamentalmente, porque me pasó. Las amistades cambian, pasan a ser amigos de pareja o compartes más con los amigos de él y los tuyos los vas dejando de lado. Todo por esas bendita obsesión que te dio el amor.

La vida se vuelve una rutina y una dependencia total de esa persona. Se convierte en nuestro gurú y nuestro mejor amigo. Ahora desde la mañana hasta la noche todos los planes los hacemos en función de esa persona. Y el amor no es el culpable, sino nuestra obsesión por estar por él.

Tenemos miedo a descuidarlo, lo amamos tanto que no queremos separarnos de él. No queremos perderlo, por eso no lo dejo ni a sol ni a sombra, le posteo en su facebook para que sepan que estoy enamorada de él, marco territorio con la razón de que nadie más se fije en él, porque me hace tan feliz, que no quiero que se vaya.

La mente es traicionera, se aferra a las personas y no al sentimiento. Piensa que si lo tenemos más tiempo, se enamorará más. Pero también existe el espacio de cada persona, al final todos queremos un resto de libertad. Alomejor ahora todo va bien y son la pareja perfecta, se aman y por ustedes estarían TODO EL DÍA JUNTOS y hacer TODO JUNTOS. Pero comer todos los días porotos aburre y no porque sean porotos, sino que son tantos que hostigan. Va a llegar un momento que tú vas a sentir que ya no puedes más, que ya no tienes vida y que vives en función de la suya o llegará él y se dará cuenta de que no tiene nada qué conquistar, se aburrirá de tus celos y obsesiones, te dirá que le quitas espacio o que ya no eres parte de su futuro. Y al final la que más sufre eres tú, que vivías pendiente de su horario.

Los errores son para cometerlos, pero sobre todo para aprender de ellos. A veces estamos tan arriba, que el costalazo duele mucho más cuando caemos, por eso entregarse por entera en algo tan pasajero como un pololeo no vale la pena. Postergar nuestros planes, nuestras salidas con otra gente por una relación es distanciarse de un mismo y ser esclavo del amor.

No juzgo el amor, es el sentimiento más lindo del mundo, si no que no por estar enamoradas vamos a dejar que vengan a hacer lo que quieran con nuestra vida. Hay que vivir el momento y no afanarse con el mañana, tampoco el pololeo está hecho para sufrir, si en la balanza hay más lágrimas que sonrisas mejor cortar ahora que no hay grandes consecuencias de por medio.