Tengo una amiga que es muy teórica, siempre habla de amor desde la razón y pocas veces le late el corazón. Tenía todo bajo control hasta que adivinen qué po ...¡SE ENAMORÓ! y es lo más patética que hay: le dedica canciones, su estado está lleno de corazoncitos y cuando la llama pone voz de guagua. ¡Un clásico! pero, en fin, la veo feliz eso es lo que importa.
Me acuerdo todas esas veces en que me reclamaba tiempo porque yo me dedicaba exclusivamente a mi pololeo, no veía a otra persona que no fuera a mi pololo y para todas partes iba con él. Ella me decía "despégate un poco, sale a divertirte con nosotras" pero yo me resistía. Al final, tenía un poco de razón, yo estaba dependiendo de esa persona y sólo lo comprendí cuando terminamos y quedé un poco destruida. Ahí estuvo su razón para hacerme valiente y hacerme saber que un pololeo no era la vida, la vida era lo que hacías las horas en que no estabas con tu pololo.
Y ahora ¡la vieran! Por fin cupido se apiadó y le mandó un "cabro bueno" y es que tanto pastel que pasó por sus labios que merecía tener a alguien que le tuviera paciencia y la quisiera, como todas soñamos que nos quieran, de verdad. Y ahora sólo habla de él, sale con él y hace su vida entorno a él. Así que NUNCA DIGAS NUNCA. No se sabe el momento en que el amor te llegará y por más consejos que a una le den, el corazón no los razona y se comporta como idiota. Pero, ¿quién dijo que la estupidez en el amor era mala? Sólo dura unos meses, pero pucha que se es feliz.
De todas maneras, me alegro por ella, se le ve radiante y feliz como una futura novia. Por más consejos que le doy, de que se mantenga cauta, tranquilita y con los pies en la tierra, en su mente sólo se vislumbran corazones y de sus ojos salen flechas de amor. ¡Qué increible cómo se da vuelta la tortilla! Y yo por mi parte, ahí muy tranquila, intentando separar el corazón de la razón.
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