AddThis

Bookmark and Share

sábado, 20 de marzo de 2010

A ver quién gana


Siempre supe que las mujeres eran envidiosas. Que entre nosotras nos podemos descalificar fácilmente si vemos que hay competencia al lado. Pero anda a meterte en un terreno masculino y trata de hacerles la competencia, eso sí que es difícil. Sobre todo, cuando saben que no estás ni ahí con ellos.

Hay hombres que no creen en la amistad entre un hombre y una mujer, que detrás de tus intenciones "buena onda" se esconde el amor profundo o, quizás, una noche lujuriosa. Pero no siempre es así. Derrepente nos caen bien no más, nos divierten, nos suben el ánimo y sólo por eso difrutamos de su compañía. 

Me he dado cuenta de que la rivalidad entre hombre y mujer se acrecienta con el tiempo. Las mujeres siempre tenemos ventajas: una ropa linda, una sonrisa agradable, un cuerpo sensual, unos labios gruesos y un sin fin de cosas que les lleva la ventaja y contra eso no pueden hacer nada. Sobre todo, si vuestro jefe es hombre. Nosotros ocupamos nuestros atributos para conseguir cosas, no por eso vamos a caer en los brazos de cualquiera... si en verdad no es necesario, sólo basta una buena actitud, una cerrada de ojos y simpatía por doquier, cosa que cualquier mujer puede hacer en verdad. Va en nuestra escencia, contra eso ¡qué podemos hacer po!

Es difícil entrometerse en un ambiente laboral de hombres, más aún si entre un hombre y una mujer se pelean el puesto. Mientras él te mira como otra colección de su caserío, tú lo observas como un compañero de trabajo, así es la ley. Pero anda a decirle que no tienes ningún interés con él, te declara la guerra de inmediato. Y obvio que gana, está en su terreno, tú eres la visitante que intenta acomodarse entre el balón de fútbol y la rasuradora para afeitarse. No te es familiar, pero tampoco quieres rendirte, sabes que tus encantos tienes y no los dejarás de ocupar si te bombardean del otro puesto.

Y es que lo peor que puedes decirle a un hombre es "no me gustas, no estoy interesada en ti, no eres mi tipo, etc" por eso una busca excusas idiotas como "no quiero comprometerme, es que quiero estar sola, etc..." es más fácil. Mucho más fácil. Igual le hieres el ego, le hieres su más interior y por eso cambia de actitud hacia ti, ahora no te habla agradable y a menos que levantes tu bandera blanca diciendo "ok, lo acepto, tú ganaste" no se va a rendir hasta que te vea derrotada.

Yo pensé que las mujeres eran envidiosas, la verdad que en este mundo muy pocos quieren ceder y dar oportunidades para otros, sobre todo, si el otro te llega a interesar.

1 comentario:

  1. Amiga, creo que las mujeres no solo toman decisiones que nada tiener que ver con el sexo, he conocido algunas, con las que inclusive hemos compartido momentos gratos, que han sido implacables en el momento de manejar la relación laboral o profesional.
    La mujeres no siempre juegan de visitantes, cuando juegan de locales, sólo tienes que buscar el empate, porque ustedes golean sin piedad.
    Suerte

    ResponderEliminar