Dicen que para conseguir algo en la vida hay que esforzarse para obtenerlo, en todo, menos en el amor. Para tener una profesión, un trabajo, amigos e incluso una familia hay que esforzarse, pero para tener a alguien a tu lado o querer a alguien, cosa curiosa, no se necesita esfuerzo. No hay remedio, ni conjuro que te permita conquistar o estar siempre al lado de esa persona, no hay nada que le puedas dar para retenerlo entre tus brazos... sino que me lo digan que me lo he estado perdiendo. La verdad es que no, simplemente para todo debemos esforzarnos en la vida, pero si nos esforzamos en el amor, en tener una relación de pareja como que todo te juega en contra.
"El que busca, encuentra", en el amor es alrevés el que menos busca, le llega. El que está desesperado buscando que lo amen, encuentra, pero BASURA, quien ni siquiera espera, le llega. Muy curioso esto del amor. Entre más desesperado se muestra un hombre, más la mujer puede barrer con él e incluso esas ganas que tiene de estar con ella, que se asoman por msn, facebook, en el celular y sobre todo cuando la ve, parecieran alejarla mucho más.
Pareciera ser una ley de la naturaleza, que cuanto más seguro se está de que la vida te sonríe en soledad, te llega alguien para acompañarte y cuanto más se necesita a alguien, cosa curiosa, no encuentras a nadie que valga la pena.
Pero la desesperación se huele a distancia y eso aleja tanto a hombres como a mujeres. Aunque no queramos demostrarlo, se hace evidente en cada gesto y conversación y a veces ni siquiera es porque nos gusta o le gustamos sino porque sólo querer estar con alguien.
Y típico que llega el que no nos gusta, el que se arrastra y, sin querer, abusamos de sus piropos, porque seamos sinceras de vez en cuando, nos gusta recibir halagos y sentirnos bonitas, para eso nos vestimos. Aunque él sea una belleza o una persona idílica, un pololo ideal si no nos gusta y lo rechazamos nos llaman TONTAS...já!, ¿tontas?, ¿por decir la verdad, por ser sinceras? pucha sino no me gusta, en realidad le estoy haciendo un favor al rechazarlo porque... ¿para qué estar con alguien que no quiero y negarle la posibilidad de que sí se sienta amado?
Esa es la gracia del amor, aunque suene medio injusta. Cuando menos se espera, llega, cuanto más se busca, menos se encuentra y no es por esfuerzo, ni por méritos sino que surge gratuito, de la interacción, de la atracción, del gusto de estar con la otra persona, de la suerte de encontrarse con ese ser amado, de justo cruzarse en el metro, de chocarse en la micro, de compartir un momento justo para conocerlo. ¿Coincidencia, destino? Nada más curioso que el amor.
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