Mundial 2010

Me voy a poner a tono con el Mundial, si al final no hablan de otra cosa que de la pelotita rodando allá en Sudáfrica. Para qué más feminista el comentario. Pero no les hablaré de fútbol, no es mi especialidad, pero no quiere decir que no me guste. Me encanta. Hoy día en la mañana, después de ver el partido frente a Honduras pensaba si quienes jugaron en Nelspruit sabían todo lo que ocurría en Chile, todo el país parado y muchos celebrando, hasta muy tarde, el triunfo... ese que no teníamos desde el 62, hace 48 años. Cuando le ganamos a Yugoslavia con gol de Eladio Rojas.  Valía la pena despertarse tempranito y prepararse desayuno, es más, mucho pasaron desvelados contando las horas para escuchar el pitazo inicial. Esos mismo son los que no me dejaron dormir, tocaron bocinas y desde las 10 de la noche se escuchaba el "ce ache i". Mucha ilusión existe en torno a este Mundial, clasificamos segundos con una excelente campaña, comandada por el profe Bielsa, así que era esperable. Pero NUNCA tanto. 

Las calles estaban envueltas de celebración, con papeles en el suelo y la vestimenta era absolutamente ROJA, se vendían paraguas de la selección y uno que otro adorno. El día quería llover de la emoción, pero sólo cayeron unas lagrimitas, menos mal, imaginate toda esa gente mojada en el Paseo Ahumada o qué otra parte que veían el partido en plena vía pública. No faltó el frescolín que dejandose llevar con la belleza de una chilena le preguntó ¿celebremos? Era una algarabía, una alegría que necesitabamos después de un terremoto tan grande, de la crisis económica o de cualquier otro problema que tuviesemos, era necesario celebrar.  Pero después cayamos un poco, Suiza dio la sorpresa ante España y ganó por un gol a cero, por lo que nos volvía el fantasma del pesimista y nos asustamos con  el  euipo suizo que jugará el lunes. Pero nada está escrito y lo demás se ve en la cancha, asi que a esperar las 10 de la mañana de ese día. Al final, para salir campeones, hay que ganarle a TODOS o no?

Sin duda, lo que más me ha llamado la atención son las publicidades de las tiendas comerciales.  En el Parque Arauco tienen una pancarta que dice "Mundial + día del papá: te mereces el cielo" y sale una mujer con una aureola en la cabeza. En la tv, Rexona sacó un comercial en que los hombres se vuelven  zombies con el mundial por lo que las mujeres salen arrancando. Y las florerías también se ponen a tono colocando un cartel que decía "llévele flores y se gana un pase para ver el mundial". Situaciones que me causaron gracia pero también me hicieron pensar en la mujer actual. ¿Somos tan así de regodionas, exigentes, celosas, frígolas y, sobre todo, apáticas? La verdad es que sí hay algo de cierto en eso, siempre le andamos exigiendo a nuestra pareja que nos entregue tiempo de calidad, con la mejor sonrisa y, ojalá, con un buen panorama. Le alegamos si anda enojado o cansado, si pesca más a sus amigos o, en este caso, el fútbol que a nosotras. Pero no es que no nos guste el fútbol, eso ya lo dejé en claro. Es más, creo que no se necesita saber tanto como para opinar de un partido y habemos muchas que nos quedamos tranquilitas y no nos aburrimos los 90 minutos de juego. Por lo que la cosa no está tan estimagtizada como la cuentan. Y tal como existen mujeres que no gustan del balón, también hay hombres que no se fascinan por este deporte y siguen normalmente su vida por estos días. No sé cómo diantres pueden, mientras la marea roja celebra en Plaza Italia, las calles se llenan de bocinazos, las banderas chilenas flamean y la Roja está estampada en todas partes. Es la fiebre del Mundial que empezó el 11 de junio y termina el 11 de julio. Por suerte un mes, dicen algunas/os, por mala dice la mayoría. Cómo no vibrar con el gol de Beausejour, con las jugadas de Alexis, con las habilitaciones del Mago Valdivia y el Mati, las atajadas de Bravo o el casi gol de Waldo Ponce. Ni por que no caches nada de fútbol, ni te interese el campeonato inglés, español o nacional, no vas a estar feliz por que tu país está siendo renombrado a nivel mundial. Imposible no inflar el pecho como paloma y decir "Viva Chile Mierda".