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lunes, 23 de agosto de 2010

Basta de peros

Hay un momento para toda mujer, en que la vida nos pone un chiquillo que sí vale la pena. Extraño, pero cierto. Ya no son los mismos pasteles de siempre o esos locos que se creen el cuento... no sé por qué, ni cómo pero refinamos el gusto (por fin!). Cuando llega este momento significa que la cosa se puso color de hormiga, es decir, seria.

Después de estar tanto tiempo pasándolo bien como soltera, disfrutando de la vida, de la soledad, de los horarios individuales, de las cuentas ahorrativas, de las discos, etc... como que cuando llega el momento de perfilarse da como un poco de lata no? Tanto tiempo soltera, que te preguntas ¿qué era estar pololeando? bueno, no hay que apresurarse, cada cosa a su tiempo.

Derrepente le ponemos tantos peros al asunto, miles de excusas de por qué no debe ser e inconscientemente nos fijamos en el chiquillo "imposible", ese que nunca te va a pescar, ese que jamás va a pasar algo... por lo mismo, para que no resulte, para sufrir... la misma historia de siempre, igual que una teleserie venezolana que se repite una y otra vez. Pero y ¿si aparece esa personita? como que cuesta aceptar que podrías estar con él, que todo sea tan bonito... cuesta aceptarlo, tanto tiempo que llevas aguantando los golpes de la vida y la verdad es que el papel de víctima te quedaba excelente, ya estabas acostumbrada a ponerte la armadura todos los días. Pero y si llegase esa persona que tanto esperabas ¿por qué dejarlo a un lado?

La verdad es que cada persona tiene sus tiempos, así como hay tiempo para olvidar, también lo hay para enamorarse. Aunque digan que uno necesita menos para lo último, la verdad es que si uno no está preparada, derrepente no son los defectos de la persona que funcionan como "peros" para negar que te gusta, derrepente es una misma quien se ciega y no quiere ver... pero cuando no lo tiene, ahí es cuando se paga caro. Sin embargo, si no se está preparada mejor mantenerse al margen, darse los tiempos, conocerse, pero "sin peros" en la lengua. Que no sea por tal o tal motivo que nos negamos a tener algo bonito. Como dice una canción de Diego Torres, "es mejor tentarse a dejar de intentar", si fallamos al menos estamos tristes porque lo intentamos, no por que nunca nos animamos a hacerlo. Si total, de todo en esta vida, algon bueno queda. 

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