¡Su nombre me persigue!

Estaba escuchando la radio cuando derrepente escucho su nombre, voy en la calle caminando y tiene su nombre, voy en la micro y JUSTO el que se sienta al lado mío llama a un amigo con SU NOMBRE, prendo la tele y el periodista tiene su apellido, escucho un partido y quien relata.... adivinen!, sí! se llama igual... Inicio sesión en Facebook y quién está? sí él mismo. Si me pagaran por cuantas veces sale el nombre del personaje de turno en el día, sería MILLONARIA.

Es un clásico de las mujeres, que cuando les gusta alguien mucho lo empiezan a ver en su vida cotidiana, ya sea en cosas que le recuerden al personaje de turno o se vuelven sicóticas escuchando su nombre por todas partes. Y ¡a quién no le ha pasado! y lo peor es que creemos que estas son señales que nos da la vida, que nos envía Dios para que nos guste más esa persona, es como la pista para que resuelvas ese acertijo que te tiene inquieta. Claro, cuando nos persigue un número vas al loto y juegas al azar, quizás te están avisando que puedes ganarte un premio millonario, si es color, ¡fácil! te lo compras en una polera y quizás atrae tu buena suerte, si es un aroma, lo mismo, si es una película sales de duda y la ves... pero cuando se trata de un hombre?, ¿qué hacer? Me apiado de quienes gustan de un "Alejandro" en este momento ya que Lady Gaga está arrasando con su hit en las radios y en todas partes.

Pero no nos engañemos, es sólo sugestión, el cerebro juega con nuestros sentimientos o acaso no te quedas tranquila hasta que hay algo que te lo recuerda?, inconscientemente te despiertas, buscas por todas partes algo que te recuerde, para hacerle caso a esa "corazonada". Pero al final son juegos en nuestra cabezita que se abraza un sentimiento, que quizás existe o quizás no. Who Knows! Lo único que tengo claro es que me gusta, pero no porque pasen cosas que me recuerden a él significa que tenga que estar a su lado o sean simbolos de que nuestro amor será leyenda. No, no lo creo.